Este año ha estado repleto de altibajos en la industria. Mientras que, por un lado, la industria agrícola ha vivido una gran presión debido a las dos fuertes sequías sucesivas de 2015 y 2016, afectando de forma catastrófica al ganado y a los cultivos, por otro lado, se ha producido un apoyo inaudito por parte del gobierno y del sector privado para reducir las masivas perdidas a las que se enfrentó el sector agrícola, así como a la tecnología creada para mejorar las condiciones.
Los efectos de la sequía en la agricultura
En 2016 se ha vivido la mayor sequía vista en Sudáfrica en más de cien años. Mediante el uso de avanzada tecnología de observación, el consejo de investigación científica e industrial (CSIR), ha descubierto el alcance y la severidad de la sequía. Esto lo han hecho por medio de tecnologías de detección, un método que refleja el verdor de la vegetación en un índice, y que a su vez explica algo de la sequía en diferentes áreas.
El índice mostró una media de 15 años de verdor de la vegetación en varias provincias, lo que indicó que se ha producido una severa reducción en este verdor. Las imágenes satélite mostraron que éste se ha reducido hasta un 60%.
El CSIR comentó que Sudáfrica se ha visto muy afectada por el fenómeno de El Niño (sequía inducida), que perjudicó el suministro de agua y la producción agrícola en todo el país.
Esto tuvo un impacto dramático en el sector agrícola, paralizando a los agricultores de ganado y cultivos de todo el país. También ha tenido un efecto dominó, afectando negativamente a la producción, lo que, a su vez, ha hecho que el precio de los alimentos aumentara hasta un 11,6% en agosto de este año. Los cultivos se han visto amenazados, y también las reservas de agua, lo que podría tener consecuencias desastrosas para la industria de exportación que supone unos 104 billones de rands.
Debido a la falta de lluvia en 2016, Sudáfrica se ha convertido en un importador absoluto de maíz en el año fiscal 2016/2017, en el que se espera que sus importaciones excedan los dos millones de toneladas. El maíz blanco, utilizado para preparar uno de los alimentos de primera necesidad llamado ‘pap’ (es como un puré de maíz), también se ha reducido un 36% este año. Tradicionalmente, Sudáfrica siempre ha sido el mayor productor de maíz del continente africano.
Positividad en el sector de la agricultura
Mientras que la sequía ha tenido un efecto desastroso en las vidas de los agricultores, consumidores y en la economía, también ha visto cómo, tanto los sectores privados como públicos, nacionales e internacionales, se han unido en un intento para rescatar a los agricultores de las condiciones a las que esta sequía ha hecho someterse.
El gobierno ya ha invertido unos 268 millones de rands en asistencia a la sequía, y las provincias han puesto a disposición de los agricultores 173 millones de rands en concepto de alimento para animales y ganado, y 198 millones de rands para ayudar a pequeños agricultores con pienso y agua.
En el discurso dado la semana pasada sobre el presupuesto a medio plazo, el ministro de economía, Pravin Gordhan, también anunció que se destinarían 212 millones de rands a la asistencia a la sequía.
Los agricultores también han recibido ayudas de programas de financiación privada, entre los que se incluyen un proyecto llevado a cabo por el consejo de marketing agrícola nacional llamado programa de hábito de alimentación, que ayudará a los agricultores que no pueden alimentar a su ganado. Este programa ya ha invertido 6 millones de rands en ayudas a agricultores de la provincia de North-West.
A pesar de las malas noticias agrícolas que se han movido por todo el país junto con la sequía, también ha habido buenas noticias: las nueces de macadamia y los aguacates producidos en Sudáfrica van a exportarse a Estados Unidos y China.
Estos dos productos podrían llegar hasta los supermercados de ambos países, pues los agricultores están buscando expandirse al extranjero ya que parece que el crecimiento en África está limitado debido al conflicto económico que afecta a todo el continente.
Los agricultores comerciales en Sudáfrica también pretenden aumentar el área plantada con maíz a un 26,5%, 2,46 millones de hectáreas, en la temporada de siembra de 2017.
Tecnología en el sector de la agricultura
La innovadora tecnología de la industria agrícola incluye la tecnología para monitorizar los cultivos, mapeado digital del suelo o tecnologías resistentes a la sequía.
El servicio de información del terreno de África está desarrollando mapas de suelo digitales para el África Subsahariana, lo que proporcionará a los agricultores información como análisis, estadísticas y ensayos sobre el terreno, elementos que son clave para planear los cultivos y mantenerlos durante los próximos años.
En una competición de drones de este año se volvió a demostrar lo útiles que estos pueden resultar en la agricultura. Estos modelos de alas fijas permitirán al agricultor fertilizar los cultivos, evaluarlos y cuidarlos de forma eficiente.
Los avances científicos también permiten que los genes de cultivo se puedan alterar y ser creados con resistencia a la sequía. Esto está aún en una fase de prueba, pero ya se han visto resultados.
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